STATEMENT ON
DEPATHOLOGIZATION
OF
TRANSSEXUALISM
Cuban
Multidisciplinary
Society for
Sexuality
Studies
5th
Cuban Congress
of Sexual
Education,
Orientation and
Therapy
The Sexual
Diversity
section of the
Cuban
Multidisciplinary
Society for the
Study of
Sexuality (SOCUMES)
proposed the
adoption of the
following
Declaration in
its General
Assembly of
Members on 18
January 2010 in
Havana, based on
a proposal made
by the National
Commission for
Comprehensive
Care of
Transsexual
People, of the
National Center
for Sexual
Education (CENESEX).
Recalling
the current
inclusion of
transsexuality
as a mental
disorder in the
Diagnostic and
Statistical
Manual of Mental
Disorders IV
(DSM-IV)
published by
American
Psychiatric
Association (APA)
and the
International
Classification
of Diseases
(ICD-10) of the
World Health
Organization
(WHO);
Recalling also
that the
Standards of
Care adopted in
Cuba by the
National
Commission for
Comprehensive
Care of
Transsexual
People rely on
those published
by the World
Professional
Association for
Transgender
Health (WPATH),
which also
includes the
classification
of the
Diagnostic and
Statistical
Manual of Mental
Disorders and
International
Classification
of Diseases
E-10;
Considering
that the
American
Psychiatric
Association will
publish in 2012
the fifth
version of the
above mentioned
manual and that
the chief and
other
specialists of
the working
group
responsible for
the review have
recently
proposed the
non-removal of
this category,
as well as the
application of
corrective
psychological
therapy to
children, to the
sex assigned at
birth;
Taking into
account
the concern
expressed by
individuals and
human rights
groups at the
international
level regarding
this issue,
Considering
that all
transgender
people
-including
transsexuality,
transvestites
and intersex
people- may be
vulnerable to
marginalization,
discrimination
and stigma,
based on the
socially
regulated binary
approach that
recognizes only
two gender
identities: male
and female;
Considering also
that the above
classifications
perpetuate and
deepen social
discrimination
against these
groups, causing
irreversible
physical and
psychological
damage that can
lead these
people to commit
suicide;
Considering in
addition
that
transsexuality
and other
transgender
expressions are
not an option
for a lifestyle
and that the
modifications to
their bodies
have no cosmetic
intentions. It
is a right and
an inner need to
live with the
gender identity
which the person
feels to belong;
Recalling
the Yogyakarta
Principles on
the application
of international
human rights law
in relation to
sexual
orientation and
gender identity,
especially
Principle 18 on
"Protection from
Medical Abuses"
which, among
other things,
make States and
governments
responsible to
“ensure that
any medical or
psychological
treatment or
counseling does
not, explicitly
or implicitly,
treat sexual
orientation and
gender identity
as medical
conditions to be
treated, cured
or suppressed”;
Considering
that the right
to public health
and universal
free access to
its services are
guaranteed by
the Cuban
government for
all, but still
requires
additional laws
to fully protect
the rights of
transgender
people;
Recalling
Resolution 126
of Public Health
Ministry, of 4
June 2008, which
regulates the
procedures
involved in
health care for
transsexuals;
Recognizing
that
multidisciplinary
care provided by
the National
Commission for
Comprehensive
Care of
Transsexual
People, since
its foundation
in 1979 until
today, has led
to a remarkable
improvement in
the quality of
life of
transsexual
people and their
families.
Express
our support for
the removal of
transsexuality
from the
international
classification
of mental
disorder,
especially in
the DSM-V update
to be published
in 2010.
Reject
the application
of psychological
therapies for
transgender
people, in order
to reverse their
gender identity,
as well as sex
reassignment
surgeries
performed to
those under 18
years old.
Reaffirm
that
transsexuality
and other
transgender
identities are
expressions of
sexual
diversity, to
which it must be
ensured all
psychological,
medical and
surgical
treatments
required to
alleviate
alterations to
the mental
health of these
individuals, as
a result of
stigma and
discrimination.
Also reaffirm
that the
implementation
of these
procedures
respects sexual
rights of each
person, and are
consistent with
bio-ethical
principles of
autonomy,
nonmaleficence,
beneficence and
justice.
Reaffirm in
addition
that transgender
care should be
comprehensive,
beyond just
medical and
psychological
care, to ensure
recognition and
respect for
their individual
rights.
Reiterate
the need to
consider all
necessary
legislations to
ensure
recognition of
these rights,
especially the
Gender
Identity Bill,
which includes
the identity
change
regardless sex
reassignment
surgery
performance.
Call
for a broader
implementation
of educational
strategies
regarding sexual
orientation and
gender identity
at all levels of
education and to
the general
population, as
stated in the
National Program
for Sexual
Education.
Reaffirm
the need to
include the
attention to
transgendered
people in
comprehensive
social policies
of the State and
Government of
Cuba, in
correspondence
with the
“Declaration of
the General
Assembly of the
United Nations,
condemning the
violation of
human rights
based on sexual
orientation and
identity gender
", supported by
Cuba on 18
December 2008.
Havana, 22
January 2010
Sección
Diversidad
Sexual
Centro Nacional
de Educación
Sexual
Cuba
DECLARACIÓN DE LA SOCUMES
SOBRE DESPATOLOGIZACIÓN DE LA TRANSEXUALIDAD
V Congreso Cubano de
Educación, Orientación y Terapia Sexual
A propuesta de la Comisión
Nacional de Atención Integral a Personas
Transexuales, del Centro Nacional
de Educación Sexual, la sección de
Diversidad Sexual de la Sociedad
Cubana Multidisciplinaria para el
Estudio de la Sexualidad (SOCUMES)
propuso, en su Asamblea General de
Asociados del 18 de enero de 2010 en La
Habana, la adopción de la siguiente
Declaración.
Recordando la inclusión actual de
la transexualidad como una enfermedad
mental en el Manual Diagnóstico y
Estadístico de las Enfermedades Mentales
IV (DSM-IV, por sus siglas en inglés),
publicado por la Asociación Americana de
Psiquiatría (APA, por sus siglas inglés),
y la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE-10), de la
Organización Mundial de la Salud (OMS); |
Recordando también
que los Estándares de Cuidados adoptados en Cuba
por la Comisión Nacional de Atención Integral a
Personas Transexuales se basan en los publicados
por la Asociación Profesional Mundial de Salud
Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés),
que incluyen también la clasificación del Manual
Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades
Mentales y de la Clasificación Internacional de
Enfermedades E-10;
Tomando en cuenta
que la Asociación Americana de Psiquiatría
publicará en 2012 la quinta versión del
mencionado Manual y que el jefe y otros
especialistas del grupo de trabajo encargado de
su revisión han propuesto recientemente la no
retirada de esta categoría, así como la
aplicación a niñas y niños de terapias
reparativas psicológicas de adaptación al sexo
asignado al nacer;
Tomando en cuenta
la preocupación expresada por personalidades y
diversos grupos de defensa de los derechos
humanos a nivel internacional con relación a
este tema;
Considerando
que todas las personas transgéneros -incluyendo
la transexualidad, las personas travestis y la
intersexualidad- pueden ser vulnerables a la
marginación, la discriminación y el estigma,
basados en el enfoque binario socialmente
normado de reconocer sólo dos identidades de
género: masculino y femenino;
Considerando además
que las clasificaciones antes mencionadas
perpetúan y profundizan la discriminación hacia
estos grupos sociales, causando daños físicos y
psicológicos irreversibles que pueden llegar al
suicidio;
Considerando también
que la transexualidad y
otras expresiones transgéneros no son una opción
por un estilo de vida y que las modificaciones
del cuerpo de estas personas no tienen
intenciones cosméticas, sino que responden a un
derecho y una necesidad interior de vivir con la
identidad de género a la que la persona siente
pertenecer;
Recordando
los Principios de Yogyakarta sobre la aplicación
de la ley internacional de derechos humanos en
relación a la orientación sexual e identidad de
género, especialmente el Principio 18 sobre la
“Protección contra Abusos Médicos” que, entre
otros aspectos, responsabiliza a los Estados y
Gobiernos en asegurar “que ningún tratamiento
o consejería de índole médica o psicológica
considere, explícita o implícitamente, la
orientación sexual y la identidad de género como
trastornos de la salud que han de ser tratados,
curados o suprimidos”;
Considerando
que el derecho a la salud pública y el acceso
universal y gratuito a sus servicios están
garantizados por el Estado cubano para todas y
todos, pero que aún se requiere de legislaciones
complementarias que protejan integralmente los
derechos de las personas transgénero;
Recordando
la Resolución 126 del Ministerio de Salud
Pública del 4 de junio de 2008, que regula los
procedimientos de salud involucrados en la
atención de las personas transexuales;
Reconociendo
que la atención multidisciplinaria brindada por
la Comisión Nacional de Atención Integral a
Personas Transexuales, desde su creación en 1979
hasta la fecha, ha conllevado a una mejoría
notable de la calidad de vida de las personas
atendidas y de sus familiares.
Expresamos
nuestro apoyo a la retirada de la transexualidad
de la clasificación internacional de
enfermedades mentales, especialmente en la
actualización que será publicada en el 2012 en
el DSM-V y en el CIE-10.
Rechazamos
la aplicación de terapias psicológicas
reparadoras a las personas transgéneros, con el
objetivo de revertir su identidad de género, y
las cirugías de reasignación sexual a personas
menores de 18 años.
Reafirmamos
que la transexualidad y otras expresiones
transgéneros son expresiones de la diversidad
sexual, a las cuales se les deben garantizar
todos los tratamientos psicológicos, médicos y
quirúrgicos que requieran para aliviar las
alteraciones a la salud mental de estas
personas, resultantes del estigma y la
discriminación.
Reafirmamos además
que la aplicación de estos procedimientos
respeta los derechos sexuales de cada persona y
son congruentes con los principios bioéticos de
autonomía, no maleficencia y justicia.
Reafirmamos también
que la atención a las personas transexuales debe
tener un carácter integral, que garantice el
reconocimiento y respeto a los derechos de la
persona, mucho más allá de la mera atención
médica y psicológica.
Reiteramos
la necesidad de que se consideren las
legislaciones necesarias para garantizar el
reconocimiento de estos derechos, especialmente
la propuesta de Decreto Ley sobre "Identidad de
Género”, en la que se incluye el cambio de
identidad independientemente a la práctica de
cirugía de reasignación sexual.
Abogamos
por la profundización y la aplicación de las
estrategias educativas referentes a la
orientación sexual y la identidad de género en
todos los niveles de enseñanza y hacia la
población en general, según lo contemplado en el
Programa Nacional de Educación Sexual.
Reafirmamos
la necesidad de que la atención a las personas
transexuales sea incluida de forma amplia en las
políticas sociales del Estado y el Gobierno
cubanos, en correspondencia con la “Declaración
de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
que condena la violación de los derechos humanos
por orientación sexual e identidad de género”,
apoyada por Cuba el 18 de diciembre de 2008.
La Habana, 22 de enero de 2010